jueves, 22 de mayo de 2008
Experiencia Beta nº2 II Trimestre
Pertenece a un libro de ágil lectura y profundo pensamiento de compromiso social "El libro de los abrazos"
(EL link que incorporé te llevará al una visión y lectura parcial de la obra completa.)
EL MUNDO: Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
El mundo es eso- reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos. (La autoría de la imagen pertenece al artista plástico argentino Rogelio Polesello. Esta pintura se expone en la página de La Feria del Arte Latino en Nueva York)
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.
Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acercan, se enciende.
lunes, 19 de mayo de 2008
Hola chicos:
El profe Hugo Flores publicó en su blog, un artículo que les va a venir de perillas para el informe. Si entran, pídale permiso para utilizar la información. Y no se olviden de incluir su link cuando lo usen al artículo. No vale si visitan y no dejan comentarios.
sábado, 17 de mayo de 2008
martes, 6 de mayo de 2008
Un link para entenderme
lunes, 5 de mayo de 2008
Canción para un niño en la calle Armando Tejada Gomez
de Armando Tejada Gómez
A esta hora, exactamente,
hay un niño en la calle.Le digo, amor, me digo, recuerdo que yo andaba
con las primeras luces de mi sangre, vendiendo
una oscura vergüenza, la historia, el tiempo,
diarios,
porque es cuando recuerdo también las presidencias,
urgentes abogados, conservadores, asco,
cuando subo a la vida juntando la inocencia,
mi niñez triturada por escasos centavos,
por la cantidad mínima de pagar la estadía
como un vagón de carga
y saber que a esta hora mi madre está esperando,
quiero decir, la madre del niño innumerable
que sale y nos pregunta con su rostro de madre:
¿qué han hecho de la vida?
¿dónde pondré la sangre?
¿qué haré con mi semilla, si hay un niño en la calle?Es honra de los hombres proteger lo que crece,
cuidar que no haya infancia dispersa por las calles,
evitar que naufrague su corazón de barco,
su increíble aventura de pan y chocolate,
transitar sus países de bandidos y tesoros
poniéndole una estrella en el sitio del hambre,
de otro modo es inútil ensayar en la tierra
la alegría y el canto,
de otro modo es absurdo,
porque de nada vale, si hay un niño en la calle.Dónde andarán los niños que venían conmigo
ganándose la vida por los cuatro costados,
porque en este camino de lo hostil, ferozmente
cayó el Toto de frente, con su poquita sangre,
con sus ropas de fe, su dolor a pedazos
y ahora necesito saber cuáles sonríen;
mi canción necesita saber si se han salvado,
porque si no es inútil mi juventud de música
y ha de dolerme mucho la primavera este año.Importan dos maneras de concebir el mundo,
una, salvarse solo,
arrojar ciegamente a los demás de la balsa,
y la otra,
el destino de salvarse con todos,
comprometer la vida hasta el último náufrago,
no dormir esta noche si hay un niño en la calle.Exactamente ahora, si llueve en las ciudades,
si desciende la niebla como un sapo del aire
y el viento no es ninguna canción en las ventanas,
no debe andar el mundo con el amor descalzo,
enarbolando un diario como un ala en la mano,
trepándose a los trenes, canjeándonos la risa,
golpeándonos el pecho con un ala cansada,
no debe andar la vida, recién nacida, a precio,
la niñez, arriesgada a una estrecha ganancia,
porque entonces las manos son dos fardos inútiles
y el corazón, apenas, una mala palabra.Cuando uno anda en los pueblos del país
o va en trenes por su geografía de silencio,
la patria
sale a mirar al hombre con los niños desnudos
y a preguntar qué fecha corresponde a su hambre,
que historia les concierne,
qué lugar en el mapa,
porque uno, Norte adentro y Sur adentro, encuentra
la espalda escandalosa de las grandes ciudades
nutriéndose de trigo, vides, cañaverales
donde el azúcar sube como un junco en el aire,
uno encuentra la gente, los jornales escasos,
una sorda tarea de madres con horarios
y padres silenciosos molidos en la fábricas,
hay días en que uno andando de madrugada encuentra
la intemperie dormida con un niño en los brazos.Y uno recuerda nombres, anécdotas, señores
que en París han bebido
por la antigua belleza de Dios, sobre la balsa
en donde han sorprendido la soledad de frente
y la índole triste del hombre solitario,
en llanto, sus señoras, tienen angustia y cambian
de amantes esta noche, de médico esta tarde,
porque el tedio que llevan ya no cabe en el mundo
y ellos son los accionistas de los niños descalzos.Ellos han olvidado
que hay un niño en la calle,
que hay millones de niños
que viven en la calle
y multitud de niños
que crecen en la calle.A esta hora, exactamente,
hay un niño creciendo.Yo lo veo apretando su corazón pequeño,
mirándonos a todos con sus ojos de fábula,
viene, sube hacia el hombre acumulando cosas,
un relámpago trunco le cruza la mirada,
porque nadie protege esa vida que crece
y el amor se ha perdido
como un niño en la calle...
jueves, 1 de mayo de 2008
Publico aquí una imagen realizada por una alumna de 9ª Año, íntegramente realizada con telefonía celular y luego llevada a Photoshop para incorporar otros efectos visuales (contraste, iluminación, marcos, etc.) El color de la imagen, el texto y encuadre fue realizado en el celular.
¿Qué les parece imitar a esta alumna y producir algo propio para ilustrar el informe?